No revelamos nada nuevo si decimos que casarse no es precisamente un evento que resulte sencillo y barato de organizar. Y es que no son pocas ni baladís todos los factores que entran en juego cuando se trata de organizar el mejor enlace posible, conforme a los gustos y las posibilidades de cada pareja.
Por un lado todos queremos lo mejor. El lugar más bonito para realizar la ceremonia, el mejor vino para regar la mejor carne o el pescado más noble, los entrantes más selectos y las primeras marcas para festejar el matrimonio con nuestros familiares y amigos.
Sin embargo, esto no siempre es posible. Los recursos son limitados y eso nos obliga a tomar decisiones sobre el lugar, la decoración, el menú, el tiempo de barra libre y la calidad de todo lo que pondremos al servicio de los invitados en el que deseamos sea el día más importante de nuestras vidas.
En busca de lo mejor para su día D y su hora H, muchos novios echan mano de sus ahorros primero, de sus familiares y allegados más cercanos después y, cada vez más, de pequeños préstamos o microcréditos que les ayuden a sufragar todo lo que consideran indispensable para celebrar el inicio de una nueva vida en pareja y, si todo va como se espera, para siempre.
Esa es la razón por la que no pocas entidades financieras han venido incorporando progresivamente productos financieros exclusivamente para bodas, como lo son créditos o préstamos no excesivamente cuantiosos, pero suficientes como para servir de apoyo al futuro matrimonio.
Pese a la aparición de muchos préstamos de boda de los bancos clásicos, gran parte de los novios prefiere echar mano de pequeños créditos a devolver con todas las facilidades del mundo y que no requieren de grandes exigencias o avales para conseguirlos.
Ese es el caso, por ejemplo, del cada vez más conocido crédito Cashper, muy socorrido para vacaciones o épocas señaladas como las navidades, pero también por novios que necesitan un pequeño pellizco de algunos cientos de euros para poder contratar ese detalle con el que esperan lograr el punto de distinción que convierta su boda en memorable.
Préstamos de boda
Más allá de este crédito y de otros que se reciben en apenas unas horas y que se pueden devolver o cancelar en pocos días o semanas, lo cierto es que la aparición de los préstamos de boda y de los microcréditos están suponiendo toda una revolución a la hora de programar una boda, ampliando las opciones de los futuros novios y, por ende, haciendo que cada vez sean más completas y de mejor calidad las celebraciones nupciales que tienen lugar en nuestro país.
Casarse puede todo el mundo, pero hacerlo mimando hasta el más mínimo detalle, imprimiendo la personalidad de los novios durante toda la jornada de celebración y consiguiendo un día final que sea recordado por todos los presentes el resto de sus vidas es algo que no todos pueden hacer y que no es fácil de conseguir. De ahí que cada vez haya más ayudas para ello.